29/03/2014
Toda relación que aspire a ser fuerte y duradera debe basarse en la confianza. Un pueblo no es sino un proyecto común basado en la confianza, y en el convencimiento de que todos actuarán con honestidad y de forma responsable. Euskadi no es una excepción. Por eso, nuestro partido alberga la firme convicción de que para salir de esta situación de crisis y construir nuestro pueblo de forma libre, es imprescindible fomentar y aumentar la confianza. Confianza en nosotros mismos, en el resto, y sobre todo, en lo que como responsables políticos nos atañe, confianza en nuestras instituciones.
No se puede negar que gran parte de la sociedad mira con recelo a la política. Es un problema que está ahí y al que hay que hacer frente, pero siempre de forma optimista y entusiasta. Está demostrado que la imagen, valoración e identificación de las administraciones vascas están muy por encima de las del Estado. ¿Por qué? Porque hemos sido capaces de desarrollar un modelo de gestión propio que conecta con la sensibilidad mayoritaria de nuestro pueblo. Un modelo propio que tiene como bases la transparencia, la cercanía y la eficacia. Euskadi sabe lo que es el Buen Gobierno. Lo sabe, porque ha apostado por un estilo de gestión basado en sus principios, hasta el punto de convertirlos en seña de identidad.
Nuestro partido ha sido un referente en ese camino, por el importante papel que ha tenido en las administraciones, porque somos un partido fuertemente enraizado en la sociedad, que ha sabido ofrecer confianza y vertebrar nuestro pueblo. Y ahora, queremos en Gipuzkoa dar un salto cualitativo respecto al Bueno Gobierno. Creemos en la ciudadanía, la respetamos, y queremos que se sienta orgullosa de su administración y se identifique con ella. Para eso hemos aprobado diez compromisos que son los que presentamos hoy. Además, estamos trabajando en la elaboración de un documento extenso que recogerá programas y medidas concretas para llevar a cabo estos compromisos, con las aportaciones de expertos y de la ciudadanía.
Tenemos claro que un pueblo se construye entre todos y todas, y que para afrontar problemas que nos atañen a todos y todas resultan imprescidibles el trabajo conjunto y la participación. Un pueblo y sus administraciones deben ir de la mano. Los guipuzcoanos sabemos bien lo que es hacer camino juntos. Si tenemos unos sistemas de educación y salud modélicos, o un tejido industrial competitivo, es por dos motivos principales: porque contamos con ciudadanos y ciudadanas y agentes activos, y porque tenemos administraciones propias que han sabido y saben catalizar, facilitar e impulsar ese potencial de la sociedad.
Podemos decir con orgullo que la cultura participativa está enormemente enraizada en nuestro territorio, comenzando por el entorno más próximo. Quien más quien menos participa en su sociedad, o en entidades culturales, deportivas, lúdicas o solidarias. Damos una gran importancia a la autonomía personal, pero también a la dimensión de compromiso con el colectivo que tiene esa autonomía: auzolan y asociacionismo. No hemos sido una sociedad que delegue la solución de sus problemas en otros. Al contrario, hemos sabido defender nuestro bienestar, nuestra cultura y el euskera superando situaciones muy difíciles. Y las administraciones han ejercido de apoyo, estímulo y baluarte.
Una sociedad participativa, activa y trabajadora como la nuestra no puede demandar otra cosa que administraciones participativas, abiertas y profesionales. Desde la política, debemos conseguir que la ciudadanía sea protagonista central del diseño, aplicación y evaluación de las políticas públicas, haciendo frente a una tendencia individualista que va en aumento. Como hasta ahora, pero más si cabe. Es por ello que EAJ-PNV de Gipuzkoa observa más necesario que nunca apostar por el Buen Gobierno, en vista de la senda que han tomado en esta última legislatura la Diputación y la mayoría de los ayuntamientos de Gipuzkoa.
Bildu está gobernando a espaldas de la ciudadanía. Su único objétivo ha sido el de aplicar sus criterios ideológicos, gobernando sólo para los suyos y excluyendo la pluralidad, rechazandoo ideas y proyectos de otros. Han dejado claro que conciben la administración como una herramienta, una más, para la “lucha institucional”. Su gestión viene marcada por la improvisación, la imposición y el oscurantismo. Ni Programa de Gobierno, ni Plan de Gestión, ni nada. El Diputado General ya dejó claro que piensa cuando afirmó que los planes anticrisis no sirven para nada. Han obstaculizado las consultas populares, salvo las que les convienen -Igeldo-, y siguen ocultando información a las Juntas Generales.
No son más que algunos ejemplos, pero nuestro partido cree que esa manera de gobernar es muy perjudicial, y que vulnera las reglas más básicas del Buen Gobierno. El modelo del PNV está en las antípodas del citado. Eso es lo que hemos querido recoger en este proyecto Gipuzkoa 2015. Un pueblo no avanza fomentando la lucha y el enfrentamiento, sino construyendo puentes y sumando esfuerzos. Para solucionar nuestros problemas y crear ilusión ,debemos apostar por las siguientes claves, en lo que la administración se refiere:
- Transparencia: No es una virtud, sino un imperativo. Exige gestionar la comunicación de modo adecuado.
- Gestión eficaz: Gobernar con planes, objetivos y compromisos concretos, así como con herramientas de evaluación efectivas, sin improvisar ni estar sometido a los vaivenes del momento.
- Colaboración: Entre distintas administraciones, dentro de las mismas, con el sector privado, y con los agentes sociales. Debemos fomentar la corresponsabilidad.
- Actitud constructiva: Nuestro modelo no es ir contra el resto y derribar sus proyectos. Nuestro modelo es hacer entre todos. Hacer y no decir.
- Impulsar la verdadera participación, comprometiendo a la ciudadanía en la gestión pública y fomentando el liderazgo compartido. La pluralidad es riqueza.
- Administración ágil: Trabajar por la desburocratización. No podemos olvidar que casi desde que se levanta hasta que se duerme, la ciudadanía está en permanente relación con la administración.
- Garantizar el comportamiento ético en la gestión pública.
Estamos ante un proyecto que va mucho más allá de una mera declaración de intenciones. Si queremos que los ciudadanos y ciudadanas confíen en nosotros, debemos ser capaces de ofrecer precisamente confianza, seguridad, seriedad y fortaleza. Para construir un pueblo en paz, moderno, democraticamente avanzado, progresista y dueño de si mismo, todas las administraciones vascas deberán dar pasos hacia el Buen Gobierno. Desde EAJ-PNV de Gipuzkoa afrontamos este reto con gran ilusión, al ser un reto que va en sintonía con nuestra trayectoria y nuestro ADN. Esperamos aportar un grano de arena valioso con el decálogo de compromisos que hoy presentamos. Nosotros y nosotras estamos preparados y preparadas. Gu PREST gaude
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